En el principio de los tiempos cuando aun no existía el ser humano,
en un hermoso paraje se reunieron todos los sentimientos y emociones.
Cuando de repente salta la locura. Que como siempre tan loca,
iba de un lado al otro dando brincos, proponía jugar a la escondida.
A lo que la curiosidad, Cómo siempre que todo lo quería saber, pregunto ¿Qué es eso? ¿Como se juega?
La infelicidad, como siempre decaída de animo, dice mejor continuemos aquí sentados hablando.
El aburrimiento, como siempre tan Tedioso, dice eso se escucha feo y fastidioso
La locura no dejaba de saltar desaforadamente, explicando el juego:
uno de nosotros cuenta sin ver a los demás, mientras se esconden,
al terminar tendrá que buscarlo, el primero en ser encontrado,
será el siguiente en contar y el ultimo el Ganador, explica la Locura emocionada.
A lo que la tristeza como siempre tan pesimista dice eso no es para mi mejor estar aquí quietos.
La Seguridad como siempre tan calculadora dice pero no se debe ir tan lejos a esconderse.
El miedo como siempre tan trágico, se mostro preocupado por lo malo que podía a ocurrir.
El desprecio como siempre tan egocéntrico, hizo un gesto de rechazo.
La felicidad que como siempre tan llena de gozo, animado le dijo que si quería jugar.
La admiración como siempre tan expresiva, felicita a la locura por la genial idea.
El Amor como siempre tan confiado y devoto, acepto diciendo que era lo mejor que le había pasado.
Esto convenció a la apatía que como siempre tan indiferente, dijo que estaba bien.
La alegría como siempre tan entusiasta, sonrió lo que termino por convencer al desinterés.
La locura exaltada anuncio que ella comenzaría a contar y así lo hizo. 1,2,3,4,5...50.
Al culminar la cuenta, se inicio la búsqueda por los majestuosos senderos… Todos ya hacían en su escondite…
La mentira dijo esconderse detrás de un arbusto donde habían muchas rosas hermosas,
que como siempre tan falsa se dirigió hacia a las nubes…
La culpa comenzó a tener remordimiento por haber elegido ese escondite.
El asco como siempre tan repelente dijo que el lugar era nocivo para el.
La felicidad se sintió en armonía por el sitio escogido.
La envidia como siempre tan infeliz, al ver el escondite del altruismo,
le sugirió otro sitio donde lo encontrarían mas rápido.
El altruismo como siempre tan inteligente escogió un gran lugar dejándole ese a la envidia.
La ira como siempre frustrada, grito, se enrojecía y pataleaba por ser el primero en ser encontrado,
el siguiente en ser encontrado la envidia….
Así fue encontrano uno a uno. La mentira que decía estar en las nubes, fue encontrada detrás de la cascada.
Así hallaron la sorpresa, la confianza, el enojo, la apatía, ya casi estaban todos a lo que la locura pregunto ¿Quien falta?. La tranquilidad como siempre tan detallista, anuncia solo falta el Amor…
La locura reviso todo el paisaje y nada, se fijo en unos arbustos donde habían un esplendoroso rosal,
al lado de un manantial cristalino un lugar de ensueño, entonces pensó que allí podía estar, al acercarse tomo una rama y la introdujo firmemente en el rosal detrás del arbusto.
Entonces se escucho un grito espantoso de dolor, ERA EL AMOR. Le había lesionado gravemente los ojos.
El Amor se retorcía, sangraba, sufría mucho por la herida…
La locura se sintió tan mal pero tan mal, que la invadió un fuerte remordimiento,
por eso juro de corazón que nunca se apartaría de el, juro ser su Lazarillo.
en un hermoso paraje se reunieron todos los sentimientos y emociones.
Cuando de repente salta la locura. Que como siempre tan loca,
iba de un lado al otro dando brincos, proponía jugar a la escondida.
A lo que la curiosidad, Cómo siempre que todo lo quería saber, pregunto ¿Qué es eso? ¿Como se juega?
La infelicidad, como siempre decaída de animo, dice mejor continuemos aquí sentados hablando.
El aburrimiento, como siempre tan Tedioso, dice eso se escucha feo y fastidioso
La locura no dejaba de saltar desaforadamente, explicando el juego:
uno de nosotros cuenta sin ver a los demás, mientras se esconden,
al terminar tendrá que buscarlo, el primero en ser encontrado,
será el siguiente en contar y el ultimo el Ganador, explica la Locura emocionada.
A lo que la tristeza como siempre tan pesimista dice eso no es para mi mejor estar aquí quietos.
La Seguridad como siempre tan calculadora dice pero no se debe ir tan lejos a esconderse.
El miedo como siempre tan trágico, se mostro preocupado por lo malo que podía a ocurrir.
El desprecio como siempre tan egocéntrico, hizo un gesto de rechazo.
La felicidad que como siempre tan llena de gozo, animado le dijo que si quería jugar.
La admiración como siempre tan expresiva, felicita a la locura por la genial idea.
El Amor como siempre tan confiado y devoto, acepto diciendo que era lo mejor que le había pasado.
Esto convenció a la apatía que como siempre tan indiferente, dijo que estaba bien.
La alegría como siempre tan entusiasta, sonrió lo que termino por convencer al desinterés.
La locura exaltada anuncio que ella comenzaría a contar y así lo hizo. 1,2,3,4,5...50.
Al culminar la cuenta, se inicio la búsqueda por los majestuosos senderos… Todos ya hacían en su escondite…
La mentira dijo esconderse detrás de un arbusto donde habían muchas rosas hermosas,
que como siempre tan falsa se dirigió hacia a las nubes…
La culpa comenzó a tener remordimiento por haber elegido ese escondite.
El asco como siempre tan repelente dijo que el lugar era nocivo para el.
La felicidad se sintió en armonía por el sitio escogido.
La envidia como siempre tan infeliz, al ver el escondite del altruismo,
le sugirió otro sitio donde lo encontrarían mas rápido.
El altruismo como siempre tan inteligente escogió un gran lugar dejándole ese a la envidia.
La ira como siempre frustrada, grito, se enrojecía y pataleaba por ser el primero en ser encontrado,
el siguiente en ser encontrado la envidia….
Así fue encontrano uno a uno. La mentira que decía estar en las nubes, fue encontrada detrás de la cascada.
Así hallaron la sorpresa, la confianza, el enojo, la apatía, ya casi estaban todos a lo que la locura pregunto ¿Quien falta?. La tranquilidad como siempre tan detallista, anuncia solo falta el Amor…
La locura reviso todo el paisaje y nada, se fijo en unos arbustos donde habían un esplendoroso rosal,
al lado de un manantial cristalino un lugar de ensueño, entonces pensó que allí podía estar, al acercarse tomo una rama y la introdujo firmemente en el rosal detrás del arbusto.
Entonces se escucho un grito espantoso de dolor, ERA EL AMOR. Le había lesionado gravemente los ojos.
El Amor se retorcía, sangraba, sufría mucho por la herida…
La locura se sintió tan mal pero tan mal, que la invadió un fuerte remordimiento,
por eso juro de corazón que nunca se apartaría de el, juro ser su Lazarillo.
DESDE ESE DIA EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LA ACOMPAÑA
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